LACOSTE - PRIMAVERA/VERANO 2018

PARIS FASHION WEEK 

Es un aniversario aclamado por la vuelta a casa de Lacoste a París, después de 14 años en las pasarelas de Nueva York. Es también una declaración para este símbolo de la elegancia francesa, la de su fundador, René Lacoste, ganador de la Copa Davis en 1927, cuyo carisma y creatividad cristalizaron el ADN de la ropa deportiva específica de la casa Lacoste: confort, chic, movimiento e innovación. Da como resultado un vestuario urbano de inspiración deportiva, apto para todos los estilos de vida contemporáneos. Un estilo atemporal, visto a través de un ojo lúdico, para una nueva actitud tan radiante como fuera de lo normal. 

Es con este legado en mente con el que el director creativo Felipe Oliveira Baptista, durante las últimas temporadas, ha estado dando libertad a las personalidades "desplumadas" de la escena artística contemporánea, dando así lugar a colecciones cápsula. 

Su mítico logotipo que se repite sin fin, las siete letras de la palabra Lacoste que bosqueja el cocodrilo más famoso del mundo, se presenta en un estilo más libre, pintado con acuarelas por Mathias Augustyniak.

Para celebrar la abundancia de la diversidad, Felipe Oliveira Baptista se inspira en el cine francés, una de sus primeras ventanas a través de las que se asomó a la cultura francesa. La colección primavera-verano 2018, inspirada en dos películas antagónicas de mediados de los 90, combina libremente los códigos de la calle de La Haine de Mathieu Kassovitz con los normandos «burgueses» de Éric Rohmer.

La noción de juego comienza aquí, Felipe Oliveira Baptista mezcla los códigos "burgueses" y deportivos adoptados por la calle. Requiere para su plasmación de los colores icónicos: nudo 166, rojo 240, verde 132 y blanco 001. Redescubre el azul de la niebla, el rosa llameante y el amarillo antero, pasteles clásicos del Lacoste de los años 80.

"Indiscutible desorden social y convivencia improbable": sus dos mundos chocan y se entrelazan inventando nuevas actitudes, deconstruyendo y retorciendo los clásicos, al tiempo que los fundamentan en su época y plantean la cuestión de lo que hoy es formal e informal, deporte o sportwear. Se observa la estampa del cocodrilo en la hebilla de un "holgazán" o se impone sobre los botones de oro de una rebeca de punto y los de un blazer.

Chaqueta de doble pecho para hombres y mujeres, una de las favoritas con René Lacoste y pantalones repensados de la década de 1930. Toda una apuesta juvenil y desenfadada que no deja impasible a nadie.

Fotografías por cortesía de Lacoste